Los 10 mil concesionarios del transporte público del sur de Tamaulipas enfrentan una severa crisis económica que es prácticamente insostenible por el incremento en el costo de las refacciones y servicios para el mantenimiento de los vehículos, por lo que siguen insistiendo en un estudio de factibilidad para el aumento de la tarifa, dijo el presidente de la Unión de Bases y Concesionarios de Tamaulipas, Marín Flores Garrido.
Agregó que esperan que el gobierno del estado apruebe un incremento tarifario de acuerdo con el estudio técnico, aunque como concesionarios piden un ajuste de cuatro pesos.
Señaló que el aumento de la tarifa se solicita porque no se ha modificado desde hace ocho años.
Por ello, consideran que un aumento es justo y necesario para cubrir el incremento en el costo de mantenimiento de sus medios de trabajo.
Recordó que tienen que pagar diversos costos, como la compra de refacciones, el pago de combustible y aceite, las llantas y el seguro, y que el gobierno estatal les exige mantener su flota con una antigüedad no mayor a 10 años.
Explicó que para tener vehículos nuevos no pueden tener pérdidas, es decir, tienen que pagarlos con el pasaje que transportan en los diferentes sectores, y también mostró la realidad de que muchos de los choferes han abandonado esta profesión para trabajar en la frontera o irse a Estados Unidos.
Concesionarios de Tamaulipas informó que debido a la crisis, agravada por las medidas restrictivas para limitar la movilidad por la pandemia del Covid, varias rutas, como la Madero-Echeverría, han sido paralizadas, Madero-Tancol, Revolución Verde, Madero-Ganadera, Blanco-Palmas y Playa Sur, mientras que las rutas Central de Abasto y Madero-Ganadera han desaparecido y se ha confirmado que no regresarán a pesar de todos los intentos por reactivarlas.
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